10/20/2005

Leyendas de mi país.

Que lata da leer en estas fechas, por lo general, temas relacionados con las alianzas de colegios. ¿No es cierto?
Ahora que hace mucho que no escribo, veré la posibilidad de publicar leyendas de Chile, para el conocimiento de toda la gente. Leyendas que incluso, he tenido que viajar a los extremos de este país para conocerlas y ver testimonios de la presunta existencia de los hechos que se cuentan.
Partiré por una que conocí en el pueblo de Parinacota:
Parinacota es un pueblo muy pequeño que queda muy cerca del Lago Chungará, casi al límite con Perú. Ahí se encuentra una iglesia que yace del tiempo de la Colonia, y en ella hay una mesa encadenada a una de las puertas que está al lado del altar de donde se predican las misas.
Cuentan que esa mesa tiene la capacidad de levitar, y antes de ser encadenada, salía por las noches a recorrer el pequeño pueblo. En la casa en que se detenía la mesa, al día siguiente moría alguna de las persona que la habitasen.
Desde que uno de los vecinos de uno de los difuntos vio a la mesa, según me dijeron, parada en la puerta de su hogar, mantienen la mesa encadenada a una de las puertas más lejanas a la puerta principal, sin nada encima. En las noches solo sé escucha el ruido sordo de alguien golpeando las cadenas, tratando de salir de la iglesia.

Espero que les haya gustado y pronto les dejaré fotos, si las encuentro, de la iglesia y la mesa, que efectivamente está encadenada.