2/26/2007

Carta incognita del corazón

Dormir entre tu brazos, sueve adicción
susurro de amor interminable del que no me quiero separar.
Jamás imagine encontrar un serafín tan delicado y bello,
tan deseable como imposible.
Un inevitable estremecimiento y nerviosismo es el tenerte cerca,
como ansias de estarlo aún más apegada a tu piel.
El decir te amo el una fracción de lo que siento por tí,
el que tú me lo digas me embriaga como miel.
Jamás pense en mis más locas fantasías el vernos así,
el que yo sea tuya, y tu mi ángel...
Por siempre...