12/09/2005

Por fin termina el año...


Está terminando el año, y por fin, saldremos del colegio, habrán vacaciones... Y todas esas cosas.
No todo es tan bueno... O me van a decir que no.
Aunque no queramos, no todo es bueno, ni con la más optimista de las miradas.
¿Les doy un ejemplo?...
Ya terminan las clases y por fin hay vacaciones largas y reponedoras... Yo trabajaré y extrañaré mucho a mis amigos del colegio, y uno que otro compañero, de esos que valen la pena conversarles un poco en el día.
Acaba diciembre... Enero lleno de carretes, fiestas, "juntas"... Yo me entretendré en un campamento de diez días con las chiquillas de la Cia. Beisa en un lugar de Rancagua. Cuando llegue a Stgo. volveré a la rutina de la selva de cemento, trabajando, saliendo, poniendo mesas para el té, que para el almuerzo, que para la cena, lavar loza, levantarse temprano, comprar el pan... No es tan malo... Pero si es malo cuando tienes una contrucción al lado y eres alégica al polvo raro, mezcla de todo lo que hacen ahí.
Esos gritos FLAYTES que dan al ver a una mujer que tiene buenas pechugas y buen trasero... Llega un momento que dan ganas de golpearlos uno por uno para que se callen y se concentren en lo que hacen y dejen de aplazar. No es agradable llegar a tu hogar y estar estornudando como si fuera pleno invierno y tuvieras cinucitis, porque todo el día con las máquinas para arriba y para abajo golpeando, que haciendo esto, haciendo lo otro, que ya pasan a ser una jaqueca permanente hasta la seis y media de la tarde...
Escribiendo en un computador, que como dice mi hermano, es más lento que río de caca, lo que realmente se hace es pensar que hay cosas peores que esto, y que lo nuestro es una realidad más en la cotidianidad de esta sucia cuidad.

12/01/2005

La Añañuca.


La Añañuca es una flor típica de la zona norte de nuestro país, que crece específicamente entre Copiapó y el valle de Quilimarí, en la región de Coquimbo. Pocos saben que su nombre proviene de una triste historia de amor...
Cuenta la leyenda, que en tiempos previos a la Independencia, la Añañuca era una flor joven de carne y hueso que vivía en un pueblo nortino. Un día, un minero que andaba en busca de la mina que le traería fortuna, se detuvo en el pueblo y conoció a la joven. Ambos se enamoraron y el apuesto minero decidió relegar sus planes y quedarse a vivir junto a ella. Eran muy felices, hasta que una noche, el minero tuvo un sueño que le reveló el lugar en dónde se encontraba la mina que por tanto tiempo buscó... Al día siguiente en la mañana tomó la decisión: partiría en busca de la mina. La joven desolada, esperó y esperó, pero el minero nunca llegó. Se dice de él que se lo tragó el espejismo de la pampa. La hermosa joven producto de la gran pena murió y fue enterrada en un día lluvioso en pleno valle. Al día siguiente salió el sol y el valle se cubrió de flores rojas que recibieron el nombre de infeliz mujer.